octubre 22, 2024

ORQUIDEAS DE SANGRE

ORQUÍDEAS DE SANGRE.

Me gustan los cruceros, pero desde el primero que hice, el tamaño de los barcos ha ido creciendo de forma exagerada, y esto ha sido en detrimento del pasaje. Ahora a la hora de abandonar el barco, son tantas las personas que tienen que salir de forma organizada, que la espera es desesperante.

El último crucero fue con mis hijos y nietos en un barco inmensamente grande, necesitábamos un plano para movernos por el barco. Aún así nos perdimos más de una vez, pero para algo estaba el plano. Al finalizar el viaje y mientras llegaba la hora de salir, la familia se dispersó realizando sus últimas compras o tomando un café, tratando de acortar la espera. Algunos nos quedamos en cubierta contemplando Venecia desde lo alto.

Cuando sonaron los altavoces todos nos apresuramos a coger el ascensor más próximo para salir del barco y montar en el autobús que nos llevaría al centro de Venecia. Nos fuimos colocando en la puerta de salida, éramos nueve, bueno, diez, solo que el último no había nacido. Y de repente nos damos cuenta de que faltaba uno, miramos todos por nuestro entorno confiando tenerlo al lado, pero él no se encontraba allí. Se trataba de Pablo, mi tercer nieto de diez años. Todos muy nerviosos, empezamos las preguntas y respuestas tratando de comprender dónde podía estar.  Imposible buscar sin una idea de dónde podía encontrarse. Su padre creía que se había quedado con nosotros en cubierta y nosotros que se lo había llevado su padre a una tienda. Me vino a la mente que nos había dicho que se iba a echar una siesta, que tenía mucho sueño y la espera lo estaba aburriendo. Nadie lo tomó en serio. Ya entonces Pablo era un guasón y todos nos reímos.

Su padre desesperado recordó dónde estábamos cuando él fue a la tienda, y corrió como un poseso para cubrir el camino que le separaba de los ascensores  para subir al séptimo piso que era donde estaba cubierta.

Mientras, otro de nosotros hizo el camino por las escaleras por si Pablo se había despistado y estaba bajando por ellas. Tampoco nos podíamos dispersar mucho.

Al llegar al lugar dónde se suponía que habíamos estado la mayoría, su padre descubrió que la cubierta había quedado completamente desierta. Allí no había nadie.  El padre gritaba al borde de la histeria ¡Pablo!, ¡Pablo!  Al fin una cabecita emergió de una toalla con cara de sorpresa y susto al ver que estaba solo, que no quedaba nadie allí arriba, pero volvió a oír la voz que lo había despertado y corrió hacia él. ¡PAPÁ!

No fue suficiente felicidad encontrarlo. El susto nos duró el resto del día. A su padre más.

El recuerdo de ese día me hizo dar muchas vueltas sobre lo que podía ocurrir al perderse un niño en un país con un idioma desconocido. De ese recuerdo nació

ORQUIDEAS DE SANGRE.

httpswww.amazon.es/ORQUIDEAS DE SANGRE-ID%C3%8DILICO-CONVERTIRSE-PESADILLA

Leave A Comment

  • Curiosidades de mis últimas tres novelas.

  • Curiosidades de mis tres últimas novelas

  • La Amante criolla