En el sur de Andalucia
De nuevo en casa. El paisaje que puedo admirar desde mi terraza me parece idílico, no es necesario saber que detrás de esas frondosas y altaneras palmeras está el mar. Siento que está ahí: activo, beneficioso, a veces osco y oscuro y muy de tarde en tarde enfadado y violento. No es necesario verlo para sentir la paz y serenidad que me aporta porque todo él paisaje que admiro está impregnado de MAR. Ya solo por eso, doy gracias al Hacedor del Universo.









